lunes, 29 de julio de 2013

102 - Los Jóvenes Son el Futuro

(Publicado en la revista de cultura y política La Tecl@ Eñe - Año XII Nro. 59 correspondiente al bimestre agosto - septiembre de 2013 y en Hoy Día Córdoba con fecha 4/9/2013)

LOS JOVENES SON EL FUTURO

Durante el primer semestre del  2013 se realizó la 1ª Encuesta Iberoamericana de Juventudes, por la cual fueron entrevistados más de veinte mil adolescentes procedentes de unos veinte países de la región, cuyas edades van de los 15 a los 29 años. Uno de los objetivos de la consulta es conocer cómo son los jóvenes que viven en Iberoamérica; además de averiguar qué piensan y qué sienten respecto de diversas cuestiones atinentes a la familia, a la educación, a la salud, al empleo, a la seguridad , a la participación, entre otras.

A los fines de indagar acerca de las nuevas realidades y percepciones de la juventud, la encuesta se estructuró sobre tres ejes principales: a) comportamientos y actitudes en los vínculos más cercanos; b) posición ante las situaciones sociales actuales; y c) expectativas de futuro. El trabajo de campo fue organizado a través de cinco subregiones, a saber: México y  Caribe, Centroamérica, Andina, Ibérica y Cono Sur. Nos avocaremos a esta última subregión, integrada por la República Argentina junto a Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

Un dato destacable es que la gran mayoría de los adolescentes consultados en el Cono Sur consideran que su situación de aquí a cinco años será mejor que en la actualidad. También existe un fuerte apoyo de la juventud a los procesos de integración que últimamente se vienen dando en América Latina. Señalan que el acceso a la educación y a la salud se les hizo mucho más accesible y, si bien se muestran optimistas y solidarios, dicen tener mucha más confianza en sus propias capacidades personales que en el entorno social que habitan.

Mientras los chicos y las chicas que habitan otras regiones del planeta sufren la inestabilidad e incertidumbre propias de la postmodernidad y de la globalización salvaje, cercados por la propuesta de un consumismo individualista que sólo les provoca frustración y apatía; nuestros jóvenes del fin del mundo siguen apostando por  un futuro mejor. Parece que quieren escapar a los presagios de la amenazadora era del vacío existencial y convertirse —con optimismo y esperanza activa— en verdaderos protagonistas de sus vidas y de la historia que viene.  

Cabe sí señalar que la aludida mirada esperanzadora cae sensiblemente cuando los consultados son los jóvenes de la República Federativa del Brasil, país que recientemente fue conmovido por las multitudinarias y masivas manifestaciones que desbordaron sus calles. Tal vez no sea casual que por estos días el Papa Francisco —en su primer viaje al exterior— se encuentre allí participando de la Jornada Mundial de la Juventud, como también que una de sus consignas sea el llamamiento para que los gobiernos escuchen la voz de los jóvenes.  

En consonancia con lo antedicho, el secretario general de la Organización Iberoamericana de la Juventud, el argentino Alejo Ramírez, sostuvo en la ciudad de Madrid que esta encuesta implicó claramente traer la voz de los jóvenes. Es más, en su opinión son los gobiernos del Cono Sur quienes así mejor lo han comprendido, estrechando el vínculo entre las juventudes y sus jefes de Estado. También nosotros venimos destacando los avances  logrados en los últimos años por nuestros adolescentes, y las ideas y proyectos que hoy llevan adelante.

En lo que hace a las políticas públicas argentinas más efectivas, se resaltaron los beneficios de la Asignación Universal por Hijo —que revalorizó el rol de los jóvenes en la familia— y del Programa Conectar Igualdad, cuya netbook número tres millones se entregó el pasado 8 de julio en una escuela de la localidad bonaerense de Pilar. A ello podemos sumarle el Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente para el quinquenio 2012-2016, que cuenta con el aval de las veinticuatro jurisdicciones que lo apoyaron por unanimidad.

A modo meramente ilustrativo, podemos  agregar un dato más: hace pocos días atrás se llevó a cabo –en el predio de Tecnópolis— la entrega de certificados a los egresados del programa Finalización de Estudios Primarios y Secundarios, que ofreció asistencia económica a quienes buscaban completar su formación escolar. La primera etapa del denominado plan FinEs estuvo  dirigida a adolescentes de entre 18 y 25 años de edad que terminaron de cursar, como alumnos regulares, el último año de la educación secundaria y aún adeudaban materias.

Pues, concluyamos estas breves consideraciones expresando que, más allá de las políticas públicas, el desafío es integrarlas y volverlas más transversales. Los países de la región precisan organismos de la juventud que ocupen espacios políticamente claves y desde ahí puedan articularse con las diversas áreas de gobierno. Es necesario escuchar lo que los jóvenes están planteando, ya que en muchos aspectos ellos están un paso más allá que sus gobernantes.¡Ah! Me estaba olvidando: el título de la referida encuesta es El Futuro ya Llegó.                        

RONALDO WRIGHT
www.ronaldowright.com                                                                                        

miércoles, 3 de julio de 2013

101 - La Escucha del Coordinador

(Publicado en Psicología Social para Todos: tierra y escritura del hacer, sentir y pensar - Año 5 Nro. 52 de julio de 2013; en La Silla del Coordinador con fecha 28/9/2013; en 1968 Grupalista - Biblioteca de Psicología Social Pichoniana con fecha 3/11/2014 y en A.P.S.R.A. - Contenidos Teóricos con fecha 6/7/2015)

LA ESCUCHA DEL COORDINADOR

Según el filósofo Martin Heidegger, el habla habla. Y poéticamente agrega que si nos dejamos caer en el abismo indicado por esa frase no nos hundimos en el vacío, sino que caemos hacia lo alto. Tal altitud abre una profundidad. Veamos, entonces, algunas ideas vinculadas a las palabras que circulan en todo grupo, las que deben ser escuchadas, interpretadas y puestas en juego por quien cumple el rol coordinador.

Escuchar proviene del latín vulgar auscultàre y, en términos generales, significa prestar atención a lo que se oye. El coordinador grupal ausculta, observa, explora y examina los pensamientos de otras personas. Pichon-Rivière expresó alguna vez que siempre quiso saber qué hay detrás de lo dicho, entendiendo que las palabras que decimos se abren a la polisemia con nuevos y variados significados para un mismo significante.

Pensamos que todo coordinador de grupos debe también interesarse en un propósito similar ya que, desde nuestra Psicología Social Argentina, decimos que detrás de lo manifiesto se oculta lo latente, que atrás de lo explícito se esconde lo implícito y que detrás de lo consciente yace lo inconsciente. Saber escuchar es un arte (escucharte) y, como todo arte, tiene sus reglas y sus normas específicas y puntuales a seguir.

La regla fundamental es que quien coordina se concentre por completo en lo que dicen los miembros de su grupo. Debe estar lo más libre posible de preconceptos, miedos y ansiedades; además de contar con la suficiente empatía para sentir como propias las vivencias de los otros. Según Erich Fromm, dicha empatía tiene como condición una gran capacidad de amar, pues la comprensión y el amor son inseparables.

Desde la función de coordinación y en el intercambio grupal, solemos encontrarnos con múltiples modos de expresión: tales como los del líder, los del portavoz, los del chivo expiatorio, los del saboteador y, por qué no, incluso los del silente (ya que hasta en el silencio habla la palabra negada). En dicho dispositivo o encuadre se podrá, entonces, jugar con las palabras e incluso poner nuestro cuerpo al intervenir interpretando.

A todas esas palabras que circulan grupalmente, el coordinador las lee como si estuviesen escritas sobre el paño de una bandera flameando: de modo tal que mientras él puede ver algunas letras los otros, según ese movimiento ondulante, leerán algo muy distinto. Pues, lo que cada uno expresa se termina de decir, no de similar modo, en las orejas de los demás miembros y según sus propias historias singulares.

Así, un coordinador grupal será un verdadero arquiatra —concepto que el fundador de nuestra Psicología Social tomó prestado de su amigo Aldo Pellegrini— si consigue penetrar a fondo los misterios de la naturaleza de cada ser, logrando el más alto nivel de comprensión humana. El conocimiento de la verdad no nos hace cambiar nada; y sólo podrá haber un cambio efectivo si dicho entendimiento es además esencialmente afectivo.

RONALDO WRIGHT
www.ronaldowright.com