martes, 11 de marzo de 2014

113 - EPS - Emergencias PsicoSociales

(Publicado en Psicología Social para Todos: tierra y escritura del hacer, sentir y pensar - Año 6 Nro. 61 de mayo de 2014 y en La Silla del Coordinador con fecha 20/6/2014)

EPS - EMERGENCIAS PSICOSOCIALES* 

EPS – Emergencias PsicoSociales es una organización no gubernamental (ONG) que brinda solidariamente a la comunidad —en el lugar de la emergencia— contención humanitaria y primeros auxilios psicológicos ante catástrofes, desastres, atentados, accidentes graves y todo hecho natural o provocado que genere conmoción emocional y angustia pública. Su creador y actual coordinador general es el psicólogo social Carlos A. Sica, quien es además el fundador de APSRA Asociación de Psicólogos Sociales de la República Argentina; y fundador y director de CAEPS Centro de Altos Estudios en Psicología Social, con sedes en la Capital Federal, en Ramos Mejía y en Luján.

Desde 1992 EPS ha realizado numerosas intervenciones. Entre las más conocidas podemos citar: atentado a la sede de la AMIA; explosión de la fábrica militar de Río Tercero;  tragedias aéreas de Austral, Lapa y Sol; caída del puente colgante en Chubut; graves inundaciones en Chaco, Santa Fe, Luján y La Plata; incendio de una mina carbonífera en Río Turbio; tragedia en el shopping Ycuá Bolaños en Paraguay; incendio en Cromañón; erupción del volcán Chaitén; accidente de micro con alumnos del colegio Ecos; tragedia en la estación Once; derrumbe del supermercado Cooperativa Obrera en Neuquén; rayo caído en un balneario de Villa Gesell; etcétera.

Desde el campo teórico, técnico y metodológico, las intervenciones de EPS se apoyan en cuatro etapas, a saber: a) encuentro-contención, b) catarsis, c) verbalización y d) proyecto. Seguidamente haremos un breve recorrido por cada una de estas fases, aclarando que en primer término una avanzada del equipo se constituye en el lugar en crisis, que necesita tanto del auxilio psicológico como de la contención emocional. Así, se evalúa la gravedad y la intensidad de cada situación traumática concreta y, de ser preciso, se procede a convocar a otros integrantes para que acudan —siempre de modo solidario, voluntario y ad honorem— a colaborar en la emergencia.

Encuentro-Contención. Es esencial la actitud y aptitud de contención por parte de quien asiste a un damnificado, que entraña un auténtico compromiso de cercanía y calidez humana. Cuando un miembro de EPS Emergencias PsicoSociales habla de encuentro en la asistencia alude a existir al lado de la víctima, que significa mucho más que estar a su lado. Una de las acepciones de la palabra encuentro es, según el diccionario de la RAE,  ajuste de estampaciones de colores distintos. Y precisamente frente a la oscuridad del dolor, dicho encaje entre asistente y asistido significa vibrar junto al otro, dejándose atravesar por sus sentimientos y emociones.

Catarsis. Logrado el encuentro y habiéndose brindado una primera contención —la que siempre es con tensión y en un marco de extrema angustia— quien asiste debe intervenir en función de las necesidades del otro y no de las suyas propias. Propiciar la catarsis (del griego: purificación, purga) es alentar el llanto y el desahogo de ese ser padeciente, teniendo la precaución de no cohibirlo con la mirada ni con los gestos. En algunos casos es también evitar que el autorreproche se convierta en culpa, que al dolor se agregue más sufrimiento. Catarsis es abreacción, depuración, liberación y transformación del mundo interno ante una experiencia vital profunda.

Verbalización. El paso siguiente consiste en que el miembro de EPS emplee todas las técnicas, tácticas y estrategias a su alcance para facilitar el surgimiento de la palabra. Que el asistido pueda verbalizar lo sucedido, no perdiendo de vista que en toda crisis emocional las conductas alteradas son comportamientos normales ante un hecho anormal.  Este es el segundo objetivo de la intervención: prevenir las secuelas postraumáticas, la crisis psicológica posterior y los conocidos síntomas que la misma provoca. Así, una vez recuperado un mínimo equilibrio emocional, podrá llegar el momento de dar lugar a la última etapa de esta ayuda humanitaria.

Proyecto. Dadas las circunstancias excepcionales que denotan las emergencias, aquí no estamos pensando en términos de un plan existencial de vida, sino del mínimo proyecto inmediato de futuro. Tal vez el comenzar a aprender a vivir sin la presencia del ser querido recientemente perdido. Iniciar el duelo, que sabemos que durará como mínimo el transcurso de las cuatro estaciones del año. Digamos, para concluir, que estas etapas o fases no siguen un orden cronológico o lineal, sino que representan un continuo dialéctico y en espiral. Un constante ir y venir, pues siempre se estará volviendo al abrazo contenedor, a la catarsis y a la verbalización.

 *Para quienes estén interesados en más información, les recomiendo que abreven en las páginas del libro “Socorristas del Alma”, de Carlos Sica – Editorial Dunken (2013).

RONALDO WRIGHT
www.ronaldowright.com

112 - Progresar: Otro Respaldo a los Estudiantes

(Publicado en la revista de cultura y política La Tecl@ Eñe - Año XIII Nro. 62 correspondiente al bimestre marzo - abril de 2014; en Psicología del Cambio (Perú) con fecha 12/3/2014 y en Cambio 2000 - Año VI Nro. 580 de fecha 7/5/2015 )

PROGRESAR: OTRO RESPALDO A LOS ESTUDIANTES

Hacia fines de febrero del corriente año ya había más de quinientos mil jóvenes inscriptos y en condiciones de percibir el beneficio del Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina (PROG.R.ES.AR.), recientemente lanzado como un derecho inclusivo más de los tantos que venimos destacando en esta columna de La Tecl@ Eñe. Este programa es para que los adolescentes entre los 18 y los 24 años de edad puedan iniciar y completar sus estudios en cualquier nivel educativo. Sus requisitos básicos son: estar desempleado o tener un trabajo informal o cobrar un salario menor al mínimo vital y móvil (es decir, $ 3.600 por mes). El grupo familiar (el padre, la madre, el cónyuge o conviviente) tiene que estar en las mismas condiciones.

Este nuevo avance en la ampliación de los derechos de nuestra juventud consiste en una prestación económica universal de seiscientos pesos ($ 600) por mes; y el primer pago de este beneficio se hará muy pronto, durante el curso del mes de marzo de 2014. A cada joven se le habilita una tarjeta de débito para cobrar en una entidad bancaria. Todos los meses se abona el ochenta por ciento (80%) del monto de la prestación. Tres veces al año —en marzo, julio y noviembre— se paga el veinte por ciento (20%) retenido, cuando cada adolescente beneficiario acredita su correspondiente certificado de que continúa estudiando: en cualquier nivel educativo de los muchos habilitados por la Ley Nro. 26.206 de Educación Nacional.

Cabe señalar que el nuevo programa no sólo es abarcativo de los niveles primario, secundario, terciario y universitario, sino también de los centros de formación profesional, de los bachilleratos populares y de los centros habilitados para el Plan FinEs, sea que se encuentren registrados ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social o en el Ministerio de Educación de la Nación.  El plan brinda asistencia para la formación profesional, orientación e intermediación laboral y cuidado de los hijos a cargo —cuando fuera necesario— a través del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Se puede pedir su intervención a los efectos de encontrar una guardería infantil para el cuidado de los hijos y así facilitar el estudio de los interesados.

Los adolescentes también cuentan con la posibilidad de hacer otras actividades en vez de concluir sus estudios o de hacer un curso de algún oficio: vgr. plomero, electricista, etc.  La mencionada cartera laboral tiene una propuesta de Orientación e Inducción al Mundo del Trabajo especialmente pensada para los jóvenes. Allí pueden aprender sobre sus derechos laborales, técnicas para buscar empleo, cómo cuidar la salud en los trabajos, cómo usar una computadora para trabajar, qué les gusta y cuáles son sus habilidades para conseguir un empleo, entre otras. No hay ninguna duda que este programa procura, por todos los medios a su alcance, que un número muy importante de pibes se sientan incluidos y considerados como reales sujetos de derechos.

Por otra parte, esta nueva prestación es compatible con el seguro por desempleo que otorga la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) y el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA). Por si todo esto no fuese sobrado, hay que agregar que para el supuesto de que un joven no cumpla con todos los requisitos antedichos, puede participar del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, orientado a la búsqueda tanto de capacitación como de empleo. Otro recaudo importante a destacar es que todos los jóvenes beneficiarios del plan Progresar deben cumplir con un control anual de salud, que será regulado por el Ministerio de Salud de la Nación.

El Decreto Nº 84/2014, publicado en el Boletín Oficial el pasado 27 de enero, hace referencia a la finalidad de generar nuevas oportunidades de inclusión social y laboral a los adolescentes más desvalidos y en situación de vulnerabilidad. El plan Progresar es, sin duda, una política pública novedosa —financiada por el Tesoro nacional— que procura consolidar un sistema de seguridad social abarcativo desde la gestación del individuo hasta sus 24 años de edad. Hablamos de una red de contención que pueda compensar en algo a los más necesitados; en este caso para seguir posibilitando el acceso a una educación más igualitaria. Ojalá que así sea, y que este programa logre erigirse en un verdadero proyecto de vida para nuestra juventud.

RONALDO WRIGHT
www.ronaldowright.com