jueves, 30 de agosto de 2012

094 - El ENARD y Otra Mentira de Patas Cortas

(Publicado en la revista de cultura y política La Tecl@ Eñe – Año XI Nro. 54 correspondiente a septiembre – octubre de 2012)

EL ENARD Y OTRA MENTIRA DE PATAS CORTAS

A su regreso al país, el taekwondista correntino Sebastián Crismanich públicamente desmintió la falsa campaña informativa contra el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), difundida por varios medios masivos de comunicación y que contenía duras acusaciones contrarias al gobierno central. El ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, a su vez, defendió las funciones de dicho organismo, pues la falaz noticia sostenía que debió vender su automóvil para poder competir y que tuvo que alojarse en un hotel londinense tan solo un día antes del inicio, debido a la falta de pago por parte de las autoridades argentinas. Muy por el contrario, el atleta agregó que el ENARD respondió a todas sus necesidades con un fuerte apoyo económico durante la preparación previa al torneo olímpico.

Otras declaraciones de competidores argentinos en las recientes olimpiadas se sumaron a su categórica desmentida, opinando algunos de ellos que el ENARD es lo mejor que les pudo pasar. Afortunadamente, una vez más la mentira tuvo patas cortas pero largo alcance, ya que nos permitió a muchos anoticiarnos con más detalle acerca de los objetivos de este ente nacional creado por la Ley Nº 26.573 y que inició su gestión recién a mediados del año 2010. Agreguemos entonces, a los fines de una mayor difusión, que el ENARD es una estructura no estatal de gestión mixta, en la que el Estado y la organización privada realizan una tarea conjunta en beneficio del deporte de alto rendimiento. Sus socios fundadores y coadministradores son el Comité Olímpico Argentino (COA) y la Secretaría de Deporte de la Nación.

La específica misión de este nuevo ente —sin fines de lucro y que goza además de autarquía administrativa y financiera— es dar soporte para el entrenamiento y la capacitación de los atletas de alto rendimiento. De este modo, colabora con el fin de atender y de promover las actividades relacionadas con el deporte argentino; ello con un enfoque federal, participativo y de sustentabilidad en el largo plazo. Así, articula su actividad con las federaciones deportivas nacionales y con los gobiernos provinciales y municipales. Y entre otras funciones, el ENARD asigna becas no sólo a deportistas sino también a los entrenadores y a los técnicos afectados al alto rendimiento deportivo; asegura la cobertura médico asistencial de todos ellos; y brinda apoyo económico para la organización de competencias tanto nacionales como internacionales.

Los datos precedentes, al parecer, no son hoy de interés ni objeto de sana información para algunos medios de comunicación, escudados periodísticamente detrás de una burda campaña que sigue apostando a dibujar un presente caótico. Por eso creemos que es relevante destacar que, pese a su corta existencia, el número de becados en la actualidad asciende a casi novecientos (900) deportistas de elite, casi quinientos (500) jóvenes talentos y casi trescientos (300) entrenadores y técnicos. Si bien el logro de los objetivos estratégicos de nivel nacional será el producto de un proceso sustentable a largo plazo, en el transcurso del año 2011 ya se obtuvieron 75 medallas en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, otras 75 medallas en los Juegos Parapanamericanos y otras 22 medallas más en los Juegos Suramericanos de Playa Manta.

Finalizados estos Juegos Olímpicos 2012, nuestros pibes pudieron disfrutar (en imágenes televisivas) de los más variados deportes y atletas de muchísimas disciplinas. Enfatizamos que toda práctica deportiva para los niños y los adolescentes promueve un ocio saludable y constituye un factor de protección en relación al consumo de tabaco, alcohol y otras drogas. Ojalá se utilice en las escuelas mucha difusión deportiva ya que, hoy, el primer contacto con sustancias adictivas se produce a edades cada vez más tempranas. La idea es vincular la alta competencia con el deporte amateur, ese donde los chicos se relacionan con la fuerza de lo grupal para divertirse y pasarla bien. Concretamente, nos referimos a algo similar al programa de prevención de la salud implementado en el nivel primario escolar y llevado a cabo hace pocos años.

Aclaremos que el combate precautorio contra las adicciones es un trabajo conjunto del Estado y de la sociedad toda. Y así lo entendió la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), que en los años 2007-2008 auspició el Encuentro sobre Prevención de Adicciones, realizado en escuelas primarias y públicas de esta ciudad. Solemos decir que dicha tarea comienza en el círculo familiar, pero es en el ámbito educativo donde muchos de los problemas de los chicos afloran frecuentemente y es donde se debe impartir —desde el inicio, en el jardín de infantes— el trabajo tutelar. Es para celebrar, pues, que los organismos estatales y la gestión privada sigan realizando en comunión esta noble y saludable labor, mal que le pese a algún periodismo tendencioso y detractor.

RONALDO WRIGHT
www.ronaldowright.com

jueves, 9 de agosto de 2012

093 - Algo Sobre Pedagogía y Posmodernidad (Segunda Parte)

(Publicado en Reflexiones sobre Educación con fecha 10/8/2012 y en Centro de Estudios Sociales Argentino con fecha 15/8/2012)

ALGO SOBRE PEDAGOGIA Y POSMODERNIDAD (Parte II)

                                     Aprender es hacer algo que no se sabe
                                     para aprender a hacerlo. Julio Cortázar.

En la nota anterior (“Algo sobre Pedagogía y Posmodernidad”, del día 13 de julio del corriente año) destacábamos la importancia de trabajar, desde una perspectiva pedagógica, con jóvenes reunidos en grupos de reflexión y de acción con la finalidad de indagar acerca de la incidencia de estos tiempos posmodernos en la vida cotidiana de nuestra juventud. Una clave fundamental a esos efectos la constituye el aprendizaje grupal, entendido desde una mirada crítica que permita el aflojamiento de las certezas que se les venden a los adolescentes como si fuera el único camino posible. Formar hombres, no llenar cabezas se suele expresar, apuntando a la diferencia entre educación e instrucción, entre formación y mera información. Phillipe Meirieu nos dice que instruir escapa a toda reflexión, es simplemente aplicar; mientras que educar es transmitir normas y valores en un ámbito de libertad y autonomía. La instrucción impone y domestica, en tanto que la educación habilita y libera.

Resulta interesante destacar que al día siguiente de su publicación en estas Reflexiones sobre Educación de Miguel Angel Ricci, la nota arriba mencionada fue incluida en el blog El Mensajero bajo el significativo título de “Los Jóvenes deben Aportar”. Por ello, en lo que sigue queremos puntualizar algunos aspectos que hacen al indicado aporte a realizar por la juventud. Pues, uno de los fines de la didáctica grupal es el paulatino mejoramiento social que pueda conducir a esos jóvenes a desplegar al máximo sus potencialidades. Emmanuel Lévinas hace alusión al advenimiento de una libertad que constituya; y nosotros la pensamos como sucediendo dentro de un espacio grupal, donde los adolescentes se permitan cuestionar la influencia de las determinaciones megaglobalizadas que les vienen del mundo externo. Hablamos de una noluntad, es decir de la posibilidad de decir “no” a una ideología uniforme que sólo pretende jóvenes que vivan sin objetivos trascendentes y sin ideales propios.

Un pedagogo crítico, para sustentar hoy éticamente este proyecto de intervención grupal, tendrá que explicitar con claridad sus valores-guía para involucrar al grupo de chicos con el cual opera mediante sólidos mecanismos participativos, verdaderamente democráticos y no manipulados. Según Olivier Reboul, un aprendizaje es emancipador sólo en la medida que sus adquisiciones son transferibles; hay que desembarazarse del paradigma de la educación como fabricación y procurar el poder liberador de los aprendizajes. Pues, se trata de que sean los propios adolescentes quienes definan en comunión el rumbo de acción. Siguiendo las ideas de Paulo Freire, creemos que dentro de un proceso grupal no es lo mismo ser moldeado o fabricado que ser ayudado y contenido. Si la juventud quiere luchar para salir a flote en esta época hiperglobalizada (salpicada por un marco de velocidad, de exceso y de saturación), deberá pelear contra una concepción pedagógica autoritaria que sólo trata de domesticarla.

Si fuese cierto que la educación no cambia el mundo, sino que modifica a las personas que van a cambiar el mundo; entonces el concepto clave aquí es el compromiso crítico de los adolescentes en pos de la superación conjunta de los conflictos, problemas y dilemas que les depara la crisis de la sobremodernidad. Noam Chomsky cuestiona el modelo colonial de enseñanza, sosteniendo que hay poderosas estructuras en la sociedad que prefieren ver una juventud formateada y adoctrinada. La tarea colectiva tiende al rompimiento de semejante idea de obediencia, entendiendo al grupo como un espacio de encuentro juvenil que respete la diversidad y permita alcanzar metas en común, aunque no estrictamente idénticas ni similares. La propuesta tal vez conlleve un horizonte utópico —aunque no irrealizable— de apertura a nuevos modos de pensar, sentir y hacer con los aprendizajes, en íntima conexión con las necesidades de los pibes que deben enfrentar las inequidades de sistemas tan injustos.

Para Henry A. Giroux no existe esperanza sin un futuro al que hay que hacer, construir, dar forma. Frente a la práctica educativa tradicional postula la teoría educativa crítica. Su concepción busca convertir la tarea pedagógica en una praxis transformadora, buscando otras verdades alternativas y contrahegemónicas. Creemos que el acontecer grupal es totalmente apto para el logro de transformaciones dialécticas en nuestros adolescentes, propiciando de modo esencial la pérdida de una mirada ingenua e inocente sobre la realidad. Además, sostenemos que un joven que participa en grupos y activamente ya no volverá a ser la misma persona, pues podrá adquirir una nueva y remozada subjetividad ante sí y ante su circunstancia toda. Parafraseando a Ignacio Martín-Baró, el proyecto es bucear tanto en la política de la enseñanza como en la enseñanza de la política, de modo tal de liberar a cada joven brindándole una mayor autonomía y distintas posibilidades reales de elección de vida.

En las sucesivas reuniones en grupo, creemos que los jóvenes se van encaminando hacia una abierta y más fecunda dialogicidad, para así cambiar las relaciones de mera obediencia por vínculos de colaboración y de cooperación. No fosilizar los aprendizajes implica —usando conceptos de Jean Paul Sartre— dar fin a la idea digestiva del saber, esa cuyos contenidos petrificados simplemente circulan en una suerte de tratamiento que sólo busca engordar a los pibes, inhibiéndolos de toda posibilidad de acción, de invención y de creación. Hablamos de una pedagogía colectivamente compartida y claramente emancipatoria de ese no-lugar que la posmodernidad quiere para la juventud de hoy. Si François Marie Arouet, más conocido en lo público como Voltaire, decía: invento pasiones para ejercitarme; algo parecido tendrán que intentar los jóvenes agrupados y haciendo transitar entre ellos tanto las palabras como los deseos. En suma: para seguir ejercitando sus pasiones más íntimas y verdaderas.

MARTINA WRIGHT
RONALDO WRIGHT
www.ronaldowright.com