(Publicado en la revista de cultura y política La Tecl@ Eñe - Año XIV Nro. 67 correspondiente al trimestre junio - julio - agosto de 2015)
PAYASOS DE HOSPITAL PARA NUESTROS NIÑOS
A mediados de mayo de 2015, el Senado de la provincia de Buenos Aires convirtió en ley el proyecto que incorpora al sistema de salud la labor del payaso de hospital. Se entiende por payaso hospitalario aquella persona especialista en el arte de clown que —de acuerdo a lo que reglamente la autoridad de aplicación— reúna las condiciones y requisitos para el desarrollo de su tarea en los nosocomios públicos bonaerenses, sean provinciales o municipales. Cada servicio de terapia pediátrica debe contar a partir de ahora con una unidad de estos expertos de la risa y el humor.
Esta integración al sistema de salud provincial —como medicina complementaria— fue una idea del legislador Rubén Darío Golía, quien entiende que es claro que la risa es buena para la sanidad psico física. Al reímos el cerebro emite la información útil para activar la secreción de encefalinas, siendo las endorfinas algo así como moléculas de la felicidad que nos permiten resurgir de las crisis personales. Entonces, los payasos de hospital llevan alegría y amor no sólo a los chicos que sufren algún dolor o tristeza, sino también a sus familiares, al personal médico y al no médico.
La realidad de los sanatorios es compleja y posee un alto grado de dolor. Por ello, se pretende utilizar la alegría y el juego como elementos de cambio; y garantizar ese paliativo para superar el trauma que implica una internación para los chicos y para su entorno familiar. El plan es que los pibes enfermos puedan recuperar la sonrisa y así liberar sus sentimientos, más allá del contexto y de la coyuntura. Cabe apuntar que quienes se desempeñan como payasos de hospital no tienen necesariamente que ser médicos, estando abierta la actividad a todo el que esté interesado.
La psicóloga social Stella M. Distasi, desde el departamento de prensa de Payamédicos Asociación Civil, nos indica que ellos son una organización no gubernamental sin fines de lucro, fundada en el 2002 por el Dr. José Pellucchi. Su misión es contribuir a la salud emocional del paciente hospitalizado —de todas las edades— con un abordaje a través de la técnica del payaso teatral y operando de modo escénico terapéutico, adaptado al ámbito sanitario con una ética, estética y deontología propia. La mira es que la fantasía sea parte de la vida del nosocomio y desdramatizar la hospitalización.
Otro objetivo es acompañar siempre, ofreciendo momentos de distracción que lleven a recuperar el aspecto sano de los internados. Y si ellos están en situación de moverse o deambular, se incentiva esa posibilidad para facilitar el paso a la actividad desarmando las rigideces regresivas. Cada actuación de los payamédicos es única; no está pautada ni programada. La imaginación y la improvisación son las que rigen. No se trata sólo de hacer reír, sino de crear salud desde la salud. Se liberan endorfinas y las hormonas coadyuvan a que las penas y dolores se vayan curando o aliviando.
Digamos que la respuesta es de agradecimiento, sea desde la mirada o la palabra. En tal sentido, reconforta saber que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha declarado —en el 2013— de interés sanitario y social a esta labor que llevan a cabo los payasos de hospital. Y lo propio hizo el año pasado el Senado de la Nación; ello en total consonancia con la corriente mundial denominada de humanización hospitalaria, que persigue la idea de que los pacientes sean abordados desde un enfoque integral, evitando las etiquetas o divisiones médicas entre sanos y enfermos.
Seguimos destacando la importancia de las políticas públicas en defensa de los chicos y jóvenes. Tal es el caso de la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que, en su art. 14, les garantiza el acceso a los servicios de salud y a los programas de asistencia, rehabilitación e integración. Y el art. 20 hace referencia al derecho al juego recreativo de nuestros pibes. Pues, entonces, ambas normas quedan ampliamente satisfechas al incluirse la tarea de los payasos de hospital en las unidades de terapia pediátrica de los hospitales bonaerenses.
No hay ninguna duda que la labor de estos verdaderos especialistas en el arte clown es fundamental para lograr los objetivos de la risoterapia; y más cuando la mencionada medicina complementaria está dirigida a los niños enfermos. Es nuestro firme deseo que esta iniciativa legal de la provincia de Buenos Aires se amplíe y logre convertirse pronto en una necesidad a nivel nacional. Que todos los nosocomios del país puedan contar con profesionales de la risa, del humor y del amor que sigan ayudando a sanar a los chicos hospitalizados. ¡Por el bien de ellos y de todos!
RONALDO WRIGHT
www.ronaldowright.com
martes, 16 de junio de 2015
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