¿ESPERANZA ACTIVA E ILUSION PASIVA?
El que se entrega a la tristeza renuncia a la plenitud de la vida… Para sobrevivir, planificar la esperanza (Enrique Pichon-Rivière)
La creciente insatisfacción con nuestra actual forma de vida, con su pasividad y muchas veces con su silencioso aburrimiento, nos ha llevado a intentar este breve bosquejo sobre el fenómeno de la esperanza y de la ilusión. Pensamos la esperanza como el estado anímico en que se presenta como posible lo que se desea; mientras que en la ilusión se suele esperar algo pero sin fundamento racional ninguno. El iluso es propenso a ilusionarse; en cambio, el esperanzado cree firmemente que le sucederá una cosa favorable. Estas primeras consideraciones nos permiten vincular a la esperanza con lo activo
En las líneas siguientes procuraremos caracterizar algunas diferencias entre ambos conceptos. Digamos, en primer lugar, que esperanza activa es otro de los nombres del deseo; indica un movimiento hacia el disfrute. Es ir hacia lo que tenemos ganas, en procura de nuestros anhelos más profundos. Todo lo contrario, la ilusión pasiva se emparenta con el mortífero deseo de no deseo. Es un modo de impotencia, una especie de regodeo en el displacer. El conformismo parece ser el único recurso para eludir esa angustia intolerable que nos afecta. El iluso pasivo no espera que ocurra nada en el ahora, sino únicamente en el momento siguiente. Tras esta creencia su actitud es la procrastinación
La esperanza activa es un elemento decisivo para cualquier intento de realizar cambios, tanto personales como sociales. Es una forma de ser, una disposición interna, un intenso estar listos para actuar. Un activar-activándose que se relaciona con el concepto de *ACTIVENESS*. Por su parte, el polo opuesto es la ilusión pasiva en tanto va en busca de una vida harto tranquila, que no procura satisfacer las necesidades que pulsan con insistencia desde nuestra interioridad, sino adecuarse acríticamente a los mandatos sociales. Sería algo así como una pasividad-pasivizándose, vinculada a la idea de *PASIVENESS*. En términos psicosociales,
Ser protagonistas, sujetos activos de la propia historia, creando nuevos mundos como máquinas deseantes de producción en múltiples sentidos… De tal forma, la esperanza activa se afecta de alegría, organiza encuentros, huye de la
Estar esperanzados es aceptar el riesgo de vivir en tanto que mortales y de morir en tanto que seres vivos. Es estar en relación, optar insistentemente por la aventura del deseo. Estar prestos en cada instante para lo que todavía no nace. La pasividad ilusoria se ubica más allá del principio de placer, es decir, en el orden de la pulsión de destrucción y de muerte. Es el goce inscripto del lado del displacer, del sufrimiento e, incluso, también del dolor. Así como toda esperanza activa apuesta a los vínculos, la ilusión pasiva tiende al rompimiento de todo lazo social. La pregunta clave es “¿Has actuado en conformidad con tu deseo?”. El amor permite al goce condescender al deseo, aunque bien sabemos que no todo goce resulta fácilmente reciclable.
La esperanza activa se asocia a la idea de interés (del latín inter-esse,
Expresadas estas previas consideraciones, aclaremos además que ambas orientaciones habitan en nuestro mundo interno, provocándonos
Me encanto esta increíble...
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
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