(Publicado en El Semejante — Año 10 Nro. 67 de julio de 2010; en A.P.S.R.A. - Contenidos Teóricos con fecha 11/4/2015 y en A.P.S.R.A. - Experiencias Psicosociales con fecha 5/2/2016)
ALGUNAS IDEAS Y APORTES PSICOSOCIALES
A partir de la relectura de las distintas ediciones del periódico El Semejante, en el cual vengo publicando artículos de mi autoría desde hace muchos años, tomé la decisión de hacer un repaso de mis notas y, dicha tarea, me llevó a extraer los siguientes conceptos relativos al quehacer psicosocial, los que a continuación detallo al modo de cosas dichas y escritas sobre la temática. En algunos casos realicé pequeñas modificaciones que creo pertinentes en función del formato que aquí presento. Además, quiero agradecer al director propietario Ernesto “Tito” Bronstain por todos estos años —casi una década— de amistad y de trabajo conjunto en el territorio de nuestra Psicología Social Argentina.
* Resonancias y ecos en el Palacio San Miguel (2007) Muchos sostienen que Enrique Pichon-Rivière era un maestro Zen, pues nunca contestaba de modo directo las preguntas que se le formulaban, sino que lo hacía en forma de clave. Obligaba a su interlocutor a conquistar la información. Su permanente búsqueda era saber acerca del hombre y su tristeza. Con sus enseñanzas, él nos ha enriquecido… enriqueciéndonos… enrique-siendo-nos. Es decir, siendo-enrique junto a todos nosotros. Su norte siempre fue planificar la esperanza, preparando operadores psicosociales como agentes del cambio. Iba en pos de procesos creativos potenciados por y en los grupos, de manera direccional y significativa, operativa e instrumental. Su ya famoso enseñaje era parido siempre en co-presencia, operando el profesional de la psicología social como un co-pensor.
* Algo sobre la ética en psicología social (2005) Todo psicólogo social se debe a la comunidad y, si bien tiene que percibir una retribución justa por su trabajo, la imposibilidad de recibirla no autoriza a negar tales servicios a quienes los necesiten (sujetos de necesidades productores y producidos). La falta de capacidad económica de quienes requieran nuestros servicios, no es excusa para abstenerse de prestar tal asistencia. Ello en un todo conteste con un claro lineamiento que dice: “Desde la psicología social, ser ético nos está hablando de una congruencia entre lo personal y lo social”, siendo el desafío conciliar la permanente actitud de no-dominación con la direccionalidad al cambio social planificado asignada por Enrique Pichon-Rivière a nuestra profesión.
* Psicología social y tramas vinculares (2006) La subjetividad es al mismo tiempo singular y emergente de las tramas vinculares que la trascienden, con las que el ser humano guarda una relación de sujeto productor y producido. En el proceso de socialización humana hay un instrumento privilegiado, que es el lenguaje. Y todo lenguaje, desde ya, está sostenido por un vínculo, pues la palabra forma parte de una acción comunitaria. Entendemos que la constitución de la subjetividad, del mundo interno de cualquier sujeto, se da en tres etapas o instancias sucesivas: 1ra.) Real: falta de representación (etapa autoerótica); 2da.) Real–Imaginario: estadio del espejo (narcisismo primario); y 3ra.) Real– Imaginario–Simbólico: entrada en funcionamiento de la palabra, del lenguaje, de(l) hablar.
* Teoría de los grupos en psicología social (2006) La estereotipia es la polilla del proceso grupal. Cada grupo construye un imaginario propio que opera como una cultura particular, otorgándole un estilo único y singular. Todos los grupos son diferentes. No hay grupo igual a otro, pues cada uno escribe su propia historia. La técnica de los grupos operativos solamente se puede aprender —y aprehender— a partir de la experiencia personal, de igual modo que la base fundamental de una preparación psicoanalítica puede únicamente lograrse atravesando uno mismo por el análisis. La identidad grupal está dada por una tarea y un proyecto en común, las que llegan a establecer pautas de integración y de comportamiento que se van institucionalizando en el grupo. Una creciente tendencia hacia la integración de los componentes del grupo los llevará a un destino que jamás imaginaron al inicio del proceso grupal compartido.
* Un poco más sobre los grupos en psicología social (2006) No es lo nuevo solamente lo que produce miedo o ansiedad, sino “lo desconocido que hay dentro de lo conocido”. Recordemos que esa es la esencia de lo siniestro o unheimlich freudiano. La tarea en el grupo debe desenvolverse al modo de una mayéutica socrática, es decir como un proceso dialéctico y contradictorio sostenido por un diálogo crítico donde se alternan interrogantes e ideas múltiples en el desarrollo de un saber. Se trata ni más ni menos que de lo no sabido de un saber, pues si bien no se sabe que se sabe, dicha verdad va emergiendo al ser creadas las condiciones pertinentes, siempre acompañadas por un dispositivo y un encuadre idóneos para tales fines. La verdad u objetividad creciente hace a la operatividad del grupo.
* Televisión y Sociedad de Consumo (2003) En relación a la fuerte y constante incidencia que tienen los mensajes consumistas emitidos por la televisión en la construcción de subjetividad de nuestros hijos, constituyéndolos como sujetos cognoscentes, deseantes y futuros productores, señalé: la respuesta, en este como en tantos otros temas relativos a nuestra temprana salud psicofísica, está en nosotros. Hace miles de años se le dijo a una pequeña tribu: “Puse ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición, y elegiste la vida”. Tal vez esa sea también una posible y actual elección en nuestra condición de trabajadores psicosociales.
* Lo legal y lo legítimo en psicología social (2007) A cincuenta años del nacimiento de la psicología social argentina, entiendo que nos encontramos con dos frentes de lucha bien visibles: por un lado, los permanentes ataques llevados a cabo por distintas asociaciones de psicólogos, las que regularmente cuestionan la legalidad de nuestra profesión. Tal vez ninguneados ellos por un sector del discurso médico, ahora repiten un proceder similar contra nosotros. Por otra parte, el otro frente tal vez sea el de los propios operadores psicosociales, que no logramos unirnos en defensa de nuestros intereses, de nuestras necesidades. ¿Sujetos de necesidad, decía Pichon? ¿Seremos especialistas en “grupalismos” pero no podemos agruparnos? ¿Sabremos algo de actitud y aptitud psicosocial? Se me ocurre lo siguiente: si en lo personal, si en lo individual… el principal enemigo de la manada es uno mismo (y algo tenemos que hacer al respecto), tal vez en lo colectivo el principal enemigo de los psicólogos sociales seamos los propios psicólogos sociales (y algo tendremos que hacer también al respecto).
* Algo más sobre la actualidad de la psicología social (2005) Entre las asignaturas pendientes relativas a la psicología social podemos destacar, entre otras, las condiciones difíciles de ejercicio profesional que actualmente vivimos; como así también la intensa campaña de desprestigio en contra de los operadores psicosociales en los últimos tiempos. Sostenemos que en lo que debemos coincidir todos y cada uno de los psicólogos sociales es en unir esfuerzos para defender la dignidad del ejercicio profesional, la independencia de nuestra disciplina científica, una retribución adecuada por el trabajo que hacemos, el respeto a nuestras incumbencias y toda tarea que nos asegure la libertad e igualdad de oportunidades y que proteja los derechos de esta comprometida actividad. Pues la psicología social es también una lucha de pasiones.
RONALDO WRIGHT
www.ronaldowright.com
jueves, 15 de julio de 2010
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